miércoles, 16 de septiembre de 2009



Prejuicios
Mentiras sobre la sexualidad

Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia, algunos de estos mitos, por ejemplo, han quedado desfasados...o no. Aún perviven con nosotros otras falacias que, aunque parezcan obsoletas, continúan confundiéndonos. Es el caso del prejuicio tradicional “masturbarse no es bueno”, máxima promovida por el tratado de Tissot en 1774, en el cual se afirmaba, de forma pseudocientífica, que provocaba parálisis, degeneración cerebral, tuberculosis. y que, curiosamente, todavía hay quienes defienden.

O la equivocación generalizada de asociar a los deportistas con la potencia sexual, cuando la capacidad muscular o pulmonar no tienen nada que ver con el vigor. Tampoco las prácticas sexuales durante una competición reducen el rendimiento de los deportistas. Esa fatiga y cansancio están más bien relacionados con la falta de sueño tras una larga noche pasional.Otra de las malas interpretaciones que persiste es la de creer que el alcohol es un potente afrodisíaco. La verdad es que animar, anima poco.

Tampoco la píldora del día después se salva de los prejuicios. Erróneamente muchas mujeres “tienen la noción de que es un remedio abortivo”. Lógicamente, para que podamos interrumpir un embarazo (aborto), éste debe de existir. Al igual que la píldora anticonceptiva, la del día después no pone término a la gestación, si no que la impide.

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