miércoles, 21 de abril de 2010

Altas y bajas del deseo sexual femenino

A pesar que ya nos adentramos en el siglo 21 es poco lo que la gente suele conocer sobre la libido o deseo sexual femenino. Los especialistas saben que la libido femenina cambia a lo largo del ciclo menstrual así como otros aspectos de la vida femenina como los niveles de energía o las emociones.
La norma es que el deseo sexual femenino llegue a su mico en el medio del ciclo menstrual, y otra vez justo antes de sangrar, o sea premenstrual. Pero el tipo de experiencia sexual de estos dos picos es diferente y están fuertemente vinculados con las hormonas. Ahora vamos a hablar del pico del medio del ciclo.
En la mitad del ciclo menstrual, las hormonas entran en juego. Dos de las responsables del deseo femenino son la testosterona y el estrógeno. Generalmente la testosterona es asociada a l agresividad masculina y a la lujuria, también son producidas por las mujeres, pero en un nivel mucho menor. Si bien tienen un décimo de lo que tienen los hombres, juega un papel importante en muchos de lso aspectos de la psicología y la calidad de vida de la mujer, incluyendo la libido y la satisfacción sexual.

La testosterona es importante porque activa los circuitos sexuales en el cerebro. El estrógeno ayuda a aumentar sentidos como la visión y el olfato. Estas dos hormonas, al parecer, se combinan en el pico de la mitad de ciclo con un buen efecto. El estrógeno ayuda a la mujer a medir la situación sexual, ella usará todos sus sentidos para evaluar si el acto sexual es aconsejable en ese momento particular.
Esta característica podría datar de miles de años atrás, cuando en la prehistoria existían peligros alrededor, aunque hoy en día existen “peligros” menores, como que su pareja esté disponible o si los hijos pueden llegar a despertarse, etc.
Aparte del ciclo menstrual, muchas mujeres pueden experimentar un bajón en el deseo sexual o en la satisfacción en algún punto de su vida. Son muchos los factores que pueden contribuir a esto, como por ejemplo el estrés o depresión, nacimiento de un hijo, la menopausia, o alguna fluctuación en las hormonas.
Muchas de estas mujeres ignoran este decrecimiento en el deseo sexual o en la satisfacción, pensando que simplemente es algo que pasa, y no que es algo que puede ser corregido.
Aún en este mundo moderno en que vivimos, el estilo de vida de la mujer sigue siendo duro. Fatiga, responsabilidades constantes, demandas de parte del trabajo y del hogar, la dificultad de mantener una dieta sana en el día ocupado e incluso la falta de ejercicio, todo esto tiene efectos adversos sobre la sexualidad femenina. Una buena vida sexual puede llegar a estar al final de su lista de prioridades. En esos momentos la mejora de la libido o el deseo sexual puede ser bueno. Hay productos que ayudan en este sentido, generalmente hechos de aceites. No está mal probar alguno cuando experimentan una baja de la libido, todo lo contrario.
Vía MedicalNews

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