sábado, 30 de mayo de 2009

Ni alcohol, ni despedidas de solteros, ni sexo en la playa. El Ayuntamiento de Tossa de Mar, en Girona, ha aprobado una ordenanza que castigará el exceso de cariño sobre la arena o debajo de las barcas.
Tomar el sol o bañarse es lo habitual en la playa, pero los que decidan acudir a Tossa de Mar para dar rienda suelta a la pasión les costará muy caro. Practicar sexo aquí está prohibido con multas de hasta 600 euros.la ordenanza quiere evitar que la playa se convierta en una zona de juegos sexuales, sobre todo por la noche. "Lo que no puede ser es usar un espacio público como un hotel", explica Teresa Moré, teniente alcalde de Tossa de Mar
Además las sanciones se agravan si el sexo se practica a menos de 200 m. de un centro educativo. En este caso, las multas podrían llegar a los 1.800 euros.Es habitual ver a parejas buscando intimidad en las calas más escondidas o entre barcas de pescadores. Una patrulla recorrerá la costa en busca de infractores. Lo prohibido es el acto sexual. Los arrumacos y caricias están permitidos, aunque, por si acaso, ya se guardan las distancias.
Fuente: Antena 3 T.V.

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