sábado, 29 de mayo de 2010

Temores que te restan placer

La pasión y los recelos son incompatibles en materia amorosa. Si tienes dudas sobre tu cuerpo o tu capacidad de amar y disfrutar o te cuesta desinhibirte y entregarte ante la otra persona, necesitas mejorar tu autoestima sexual. Claves para superar los principales miedos femeninos.

“Cuando estoy sin ropa me siento muy insegura”. “Me preocupa que sólo me utilicen para obtener placer”. “Me falta habilidad en la cama”. “No tengo ganas de hacer el amor”.

Son algunos de los temores femeninos más habituales, que consiguen “ponerle un candado al deseo” y conducir a la insatisfacción. No anidan en las células, sino en el cerebro: el órgano más erótico de todos, pero también el que más puede sabotear el erotismo, si está repleto de prejuicios y miedos.

A menos que los problemas se repitan, imposibiliten las relaciones o produzcan un malestar sostenido –casos en lo que conviene buscar ayuda profesional- la mayor parte de los temores que “atan, reducen o paralizan” la respuesta sexual de la mujer, pueden superarse con un sencillo cambio de actitud:

Estas son algunas de las cosas que te conviene conocer y las medidas que debes tomar si quieres mejorar tu vida sexual y dejar de tener miedo a…

No sentir deseo

¿No encuentras nada atractivo en el sexo, nunca tiene ganas, tampoco tienes fantasías sexuales? ¿temes que esta situación se vuelva crónica en tu vida y ello te hunde aún más? Puede ocurrir que tu deseo esté inhibido, debido al estrés, la ansiedad, la depresión, alguna experiencia traumática o una visión demasiado idealizada del amor y la sexualidad. Para recuperar las ganas de hacer el amor, varía la forma de relacionarte sexualmente y procura evitar la rutina, uno de los mayores saboteadores del deseo.

No ser atractiva

La atracción erótica que se ejerce sobre los demás, no obedece sólo a las cualidades físicas: también depende de la actitud, de la forma de moverse y vestirse, de la seguridad de la persona en si misma. Si te gustas a ti misma, los demás también gustarán de ti. Practicar una actividad física regular, que modela el cuerpo y levanta el ánimo, y lucir una ropa adecuada, que resalte tus “puntos fuertes” y te haga sentir a gusto, son dos ingredientes claves para potenciar el atractivo y la sensualidad.


Mostrarte insegura en la cama

Si exploras, conoces y aceptas tu propio cuerpo, con sus virtudes y defectos, conseguirás disfrutar mucho más cuando estés con tu pareja. Deja libre tus fantasías cuando estés a solas, y prueba a compartirlas con él, cuando estén juntos. ¡Seguro que sorprenderá y gustará!
Mostrarte desnuda

Procura aceptarte tal cual eres. Si tu pareja te da a entender que no desea tu cuerpo, critica alguno de sus aspectos o te hace sentir incómoda, el problema es suyo. Quizá te convenga dejar de lado a ese hombre, que no te valora. ¡Ya encontrarás otro que te haga sentir como una diosa!

A que te utilicen como un objeto sexual

Reflexiona sobre lo que buscas en la otra persona, y no ofrezcas “sexo a cambio de amor”. Si “te entregas para que te quiera”, asume que estás recurriendo al sexo como recurso para obtener algo a cambio, el amor, y se trata de un juego en el que puedes perder.

A ser una amante inexperta

Incorpora el sexo a tu vida como una actividad normal en vez de excepcional. Hazte consciente de la diferencia entre “hacer cosas” y “sentir cosas”: cuando sientes en lugar de hacer, te conviertes de forma natural y espontánea en la mejor de las amantes.
Reportajes Efe

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