viernes, 21 de mayo de 2010

En los tratamientos de infertilidad hay un aspecto que es muy importante y del que no se habla demasiado: el aspecto psicológico.Detrás de un programa de reproducción asistida se enconden ansiedades e incluso depresiones.

En muchas casos, la reacción de una mujer que no consigue quedarse embarazada es de sorpresa y no siempre los dos miembros de la pareja van al unísono en percibir que hay un problema. Para parejas por debajo de 30 años, deberían buscar ayuda después de 2 años de buscar embarazo, sin relaciones no protegidas. De los 30 a los 35 años, se debería esperar un año; de los 35 a los 38, 6 meses y a partir de los 38, buscar ayuda a los pocos meses porque la dificultad es alta.

En aquella persona que tiene un ciclo menstrual irregular, el estado de ansiedad por querer un hijo puede tener un efecto negativo. Si la mujer no tiene un problema ovulatorio, cuesta entender como la ansiedad puede afectar la reproducción.

El tiempo biológico óptimo para el embarazo son los 25 años, pero la dis-asociación social con la biología es lo que hace que las parejas empiecen mucho más tarde. Esto puede generar un programa para que las mujeres, en un futuro, guarden sus óvulos a edades muy tempranas para poder utilizarlos luego.

Hay dos tipos de personas que acuden a una unidad de reproducción asistida: personas que no han oído hablar de la misma y las que van muy enteradas. Hay una reacción que es bastante común y que se repite que es la sorpresa delante del hecho de no poder concebir, luego viene un momento de enfado, después la fase de decaída o depresión y finalmente la fase de aceptación. Por desgracia, los miembros de la pareja no van siempre al mismo ritmo y esto puede causar fricciones en la pareja o problemas psicológicos detrás de la frustración.

El porcentaje de éxito no es superior al 50%, ni con la fecundación in vitro. Este porcentaje va a depender de la edad de la mujer y de la calidad del semen. En la fecundación in vitro el máximo recomendable es de 3 a 4 ciclos; por ciclo se entiende la estimulación, la punción y la transferencia del embrión. Con este número de repetición de ciclos se va a conseguir casi el 90% de las mujeres que se van a embarazar y se se van a embarazar de un 36 a un 45% de las que acuden a una unidad de reproducción asistida.

La incompatibilidad entre parejas puede ser por un problema inmunológico que es muy difícil de estudiar; pero parejas que se separan luego tienen embarazos con otras personas. El deseo de tener descendencia está presente en ambos sexos, pero la mujer lo vive de manera muy diferente.

El Profesor Cabero cree que van a diseñarse estrategias que van a mejorar el problema de la edad pero el avance más importante de la reproducción debe venir de la mano de la inmunología. Un embarazo es un trozo de tejido que intenta introducirse dentro de la madre y que la mitad es del padre y se pretende que no haya ningún rechazo; esto trasladado a un trasplante de otro órgano es irrisorio. En la reproducción humana existen unos medios que intentan reducir este rechazo, pero no siempre lo consiguen. El éxito de la reproducción se basa en el sexo; todas las funciones biológicas importantes van acompañadas de placer y de esta manera, obligan a hacerse.

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