domingo, 29 de noviembre de 2009

Beate Ushe

“La dama del porno de la industria alemana”, tal y como es conocida la Sra. Beate Ushe Rotemund, destacaba sin duda en todos sus campos, fue la primera mujer piloto de acrobacia en la Alemania de los años ’30 (siempre se quedó marcada y fascinada por la leyenda de Ícaro), también fue una atleta consumada y campeona en lanzamiento de jabalina, pero…antes de acabar la segunda guerra mundial…ella comienza lo que podríamos, o deberíamos llamar “el primer taller de sexo del mundo”.
Nacida en la Prusia oriental de aquella época que ahora…¡vemos tan lejana! La vida para ella fue dura y la convirtió en su propio reto.
Joven viuda de guerra, y dedicada después de ésta a la venta puerta a puerta, empieza a conocer el diverso mundo de las amas de casa y sus necesidades, entre ellas las carencias sexológicas, la desinformación y las ausencias de sus maridos, empieza así la distribución de folletos informativos, FOLLETO X (año 1947), así como la venta de preservativos, pequeños artilugios e información sobre higiene sexual, además del asesoramiento sobre la sexualidad, el erotismo, el aborto.

En el años 1951, nace la “tienda de especialidad civil para la higiene”…NACE EL SEX SHOP…la primera tienda sexual que se registra en el mundo…

Beate, una avanzada para la cual su lema era “la razón del éxito no es la codicia, sino el arrojo y la pasión”, se convierte con el tiempo en la mayor cadena de tiendas Sex Shop en el mundo, es la primera empresa de sexo en cotizar en la bolsa alemana…e incluso ella, LA GRAN PERSEVERANTE…a los 76 años…¡se saca la licencia de buceo!.

Beate Ushe, es realmente, ¡LA MADRE DEL SEX SHOP!, lo del tupersex no es denominación de origen, ella fue en realidad la primera en realizar con esmero y profesionalidad esta actividad (en una Alemania en post guerra, donde no le perdonaron esto y fue sancionada); no aceptamos ni reconocemos a ninguna otra persona que diga…”yo fui la primera”…aquí, LA PIONERA FUE ELLA.

Desde este humilde espacio, queremos rendirle el más profundo y sentido homenaje a esta mujer de garra, de empeño y osadía.

Desde luego, ella fue nuestra guía, sentó cátedra y nos enseñó esta profesión que nos dignifica tanto…¡¡¡gracias de corazón!!!

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