domingo, 3 de octubre de 2010

¿Ella finge el orgasmo?

Un orgasmo es una descarga refleja que, idealmente, bloquea de manera transitoria la conciencia y que consiste en una sucesión de contracciones involuntarias de los músculos perigenitales que amenazan hacer doler una zona particularmente sensibilizada por la vasocongestión lograda en la excitación.

Se cree que la sucesiva amenaza de dolor, causada por cada contracción, seguida cada vez por el alivio de, finalmente, no experimentar molestias se convierte en una experiencia global intensa y gratificante. El orgasmo es la experiencia biológica agradable más intensa que se puede sentir, aunque muy corta; tal vez por ello frecuentemente queremos repetirla.

Cuando una mujer finge un orgasmo, entendiendo que se está perdiendo de gozar esa intensa experiencia, debe ser porque tiene razones que, inicialmente, parecen suficientes y válidas y que normalmente se pueden clasificar en unas pocas categorías:

1. Quiere que la relación sexual actual termine pronto y dando a entender que ella alcanzó su orgasmo aspira a que su pareja concluya su respuesta sexual enseguida.
2. No es capaz de expresar a su pareja su dificultad para alcanzar un orgasmo y prefiere hacerle creer que es un muy buen amante antes que hacerlo dudar de sus capacidades por no haberle colaborado adecuadamente.
3. Absoluta ignorancia respecto de lo que es una relación sexual y de lo que se puede lograr en ella.
4. Vergûenza injustificada por parecer mala amante si no experimenta orgasmos.
5. Combinaciones de las anteriores, en donde casi siempre prima la tercera.

Entendemos que muchos hombres no saben cómo recibir y qué hacer con la novedad que le plantearía su pareja acerca de que no le es fácil alcanzar un orgasmo. Sin embargo, la mujer para quien es difícil o esquivo el orgasmo debe hacerle saber de su situación a su pareja y así instruirse y explorar hasta que se sepa qué es lo que ella necesita para que ambos puedan disfrutar plenamente la sexualidad.

Una mujer que finge sus orgasmos y que además no es capaz de hacérselo saber a su pareja no es usualmente una con mucha experiencia en ese sentido; más bien podría ser una persona que nunca habría experimentado uno y por ello nos preguntamos ¿qué finge?, ¿cómo finge algo sobre lo que no es experta? ¿Si es experta; entonces por qué ahora le cuesta trabajo y, además, no lo dice?

Pero más nos inquieta la posible ignorancia de su pareja quien se complace tal vez con unos pocos gemidos, que es lo único que una inexperta -observando a otras disfrutándolo- podría aprender y utilizar para actuar un orgasmo.

Conocer sexualmente a su pareja implica identificarle ciertos indicadores de que el orgasmo apareció; algunos de ellos son particularmente histriónicos y otros son muy ensombrecidos pero, con cualquiera de ellos que apareciera, no habría dudas respecto de su clímax o reflejo orgásmico.

Fingir un orgasmo es una de las peores formas de autoengaño y de engaño a la pareja.

Consulten; no se pierdan de disfrutar sus orgasmos y mucho menos de explorar la posibilidad de ser –como tal vez podría la mayoría de las mujeres si se interesaran- capaces de experimentar muchos orgasmos consecutivos

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