jueves, 19 de junio de 2008
En SKP siempre recomendamos no caer en la rutina y encontrar nuevas formas de descubrir los placeres del sexo. Una buena manera de no caer en el hastío serían los juegos de rol.
El juego de rol es la práctica en la que se asumen diferentes roles sociales o de género durante una sesión BDSM (Bondage-Dominación-Sado-Masoquismo).
Normalmente este tipo de juegos se representan, a través de fetiches, la condición de dominante y sumis@, incluyendo componentes al vestuario que refuerzan la intencionalidad de control y entrega. Uno de los juegos de rol más recurrentes es el de Feminización, situación en la que la mujer dominante
(Dominatriz) obliga al dominado a vestir atuendos y maquillaje femenino.
El concepto de juego es comúnmente usado en la comunidad BDSM. Suele tratarse
de personas que consideran las prácticas relacionadas con su afición como algo de contenido, forma y fondo claramente lúdico-sexual, escénico. En el lenguaje
de estos practicantes se habla de juego, de jugar, y de juegos de rol, refiriéndose
generalmente a quienes toman y representan un papel dentro de una escenografía
formada por un par complementario: maestro-alumna, cuidador-mascota,
enfermera-paciente, amo-esclava, etc. Algunos reciben una denominación específica,
como los juegos de edad o Age Play (los de adult@s o cuidador@ y bebé...).
Un elemento esencial de este tipo de relación es el EPE (Erotic Power Exchange
o Intercambio Erótico de Poder). Este tipo de fantasías escenifican en la práctica
una situación no-igualitaria como elemento de juego sexual, no obstante se enmarcan
en relaciones que, paradójicamente, suelen ser más igualitarias (fuera del juego)
que muchas otras del resto de la sociedad.
Durante la sesión y/o juego los practicantes actúan siguiendo los modelos de
comportamiento supuestos en el personaje que interpretan: si se trata de un rol
cuidador-mascota, aquel utilizará el lenguaje propio de quien habla cariñosamente
(o con enfado) con su mascota, mientras que quien atribuye este último papel, imitará
en parte los movimientos, comportamientos e incluso sonidos de dicha mascota. Al
finalizar la sesión, la pareja recobra su relación habitual.
En SKP proponemos que desarrolléis vuestra creatividad erótica, sin embargo no es nuestra intención frivolizar con las prácticas BDSM, fuente para nosotr@s de contínuos estímulos.
En SKP puedes hacerte con diferentes atuendos que te ayudarán a desarrollar a la perfección tu rol dominante y/o sumis@, policia, criada, enfermera. Asimismo dispones de toda la parafernalia necesaria para ampliar tus horizontes eróticos.
El juego de rol es la práctica en la que se asumen diferentes roles sociales o de género durante una sesión BDSM (Bondage-Dominación-Sado-Masoquismo).
Normalmente este tipo de juegos se representan, a través de fetiches, la condición de dominante y sumis@, incluyendo componentes al vestuario que refuerzan la intencionalidad de control y entrega. Uno de los juegos de rol más recurrentes es el de Feminización, situación en la que la mujer dominante
(Dominatriz) obliga al dominado a vestir atuendos y maquillaje femenino.
El concepto de juego es comúnmente usado en la comunidad BDSM. Suele tratarse
de personas que consideran las prácticas relacionadas con su afición como algo de contenido, forma y fondo claramente lúdico-sexual, escénico. En el lenguaje
de estos practicantes se habla de juego, de jugar, y de juegos de rol, refiriéndose
generalmente a quienes toman y representan un papel dentro de una escenografía
formada por un par complementario: maestro-alumna, cuidador-mascota,
enfermera-paciente, amo-esclava, etc. Algunos reciben una denominación específica,
como los juegos de edad o Age Play (los de adult@s o cuidador@ y bebé...).
Un elemento esencial de este tipo de relación es el EPE (Erotic Power Exchange
o Intercambio Erótico de Poder). Este tipo de fantasías escenifican en la práctica
una situación no-igualitaria como elemento de juego sexual, no obstante se enmarcan
en relaciones que, paradójicamente, suelen ser más igualitarias (fuera del juego)
que muchas otras del resto de la sociedad.
Durante la sesión y/o juego los practicantes actúan siguiendo los modelos de
comportamiento supuestos en el personaje que interpretan: si se trata de un rol
cuidador-mascota, aquel utilizará el lenguaje propio de quien habla cariñosamente
(o con enfado) con su mascota, mientras que quien atribuye este último papel, imitará
en parte los movimientos, comportamientos e incluso sonidos de dicha mascota. Al
finalizar la sesión, la pareja recobra su relación habitual.
En SKP proponemos que desarrolléis vuestra creatividad erótica, sin embargo no es nuestra intención frivolizar con las prácticas BDSM, fuente para nosotr@s de contínuos estímulos.
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